La idea de “escena musical” se construye alrededor de muchas
cosas, intervienen factores sociales, geográficos y de época que ayudan a
construir esa sensación de identidad. De Chile se suele hablar mucho de
Santiago y Valparaíso pero poco de otras regiones del país. Al igual que en
otros países la tensión entre el centro y la periferia es un fenómeno normal y
constante. Sin embargo, más allá de las zonas centrales e hiper-modernas se han
ido formando pequeñas escenas musicales que de a poco empiezan a mostrar al
mundo su trabajo. En la Cuarta Región chilena se ha ido formando un nicho
musical entre las ciudades de La Serena y Coquimbo nutrido por el poder de las
distorsiones del shoegaze y la sobriedad del post punk, esta escena gira
alrededor de bandas como Bedroom Dreamers, Kilometro 22 o de los que nos
ocuparemos en esta oportunidad: Seatemples.
"La zona a la
cual pertenecemos tiene lugares y características bastante especiales, el Valle
del Elqui por ejemplo que tiene los cielos más limpios del planeta lo cual lo
convierte en epicentro de la observación astronómica mundial. Una extensa costa
que nos abraza por el pacifico y que es una fuente infinita de inspiración y
viajes, estos factores han incidido en representar esos panoramas estelares y
costeros en nuestra música. Muchas bandas que han venido a tocar desde
otros puntos de Chile o Latinoamérica se han sorprendido por el nivel de
auto-gestión y profesionalismo que existe en esta conurbación conformada
por dos ciudades, somos pocos habitantes, pero la ciudad desde sus inicios ha
tenido movimiento y visitantes lejanos, navegantes y otros que llegaron para
quedarse. Somos parte de una escena artística emergente integral bastante
orgánica, que, si bien tiene como eje la música, convoca a fotógrafos,
escritores y artistas visuales quienes complementan su trabajo con las
necesidades de proyectos musicales desde hace algún tiempo".
Bajo ese panorama y con un
proceso de tres años de aprendizaje detrás, el cuarteto formado por Patricio
Zenteno (voz, guitarra y programación), Priscila Ugalde (bajo y voz), Moisés Segovia
(sintetizador y guitarra) y Diego Herrera (batería), lanzó “Down Memory Lane”, su disco debut en septiembre del año pasado. Las canciones fueron evolucionando
desde demos caseros y conciertos en vivo en los cuales fueron tomando forma. El
proceso, me arriesgaría a decir, fue totalmente intuitivo, Seatemples fue
probando y acercándose a cada detalle tanto de la composición como de la
grabación a través de la prueba y el error. Aunque las letras de sus canciones están
en inglés y el sonido nos remite a los orígenes del post-punk y el gothic rock,
las historias de Seatemples presentan las particularidades de su entorno,
desde la constante presencia del mar y los cielos en su geografía a referencias a la mitología local:
“Hay
elementos transversales en las letras, el amor, nostalgia, los ciclos, los
viajes que emprendemos, nuestra aproximación al cosmos, la belleza y mística en
la naturaleza, noches de cielos estrellados, emociones que configuran un sentir
clandestino.
Con todo esto la banda ha construido un mapa de referencias. El titulo del disco nos dirige hacia el ejercicio de la memoria de lo pasado, pero no solo del pasado personal (la historia de una banda chilena creando su primer disco durante los últimos años) sino también el pasado geográfico que los rodea, el pasado que cuenta su geografía de manera silenciosa.
Aunque estos son recién los primeros movimientos de esta “escena” (con discos como este, los varios singles de Bedroom Dreamers. los dos trabajos lanzados por Kilometro 22 y otra serie de bandas que han ido apareciendo) ya es bastante para una región que hasta hace un tiempo no tenía mucho protagonismo en la escena nacional chilena. La Cuarta Región se han ido convirtiendo de a poco en parada tanto para visitantes nacionales e internacionales, ahora no solo por sus limpios cielos sino por la música que se está haciendo.
Para Seatemples el 2018 parece aún más prometedor, este año además de concretar el lanzamiento físico de su debut a través de “ Custom Made Music”, sello de Virgina USA, planean presentarse en nuevos escenarios y concretar la salida de un nuevo single en febrero y una versión de The Field Mice para un tributo organizado por The Blog That Celebrates Itself.
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